Cómo Iglesia en Lugo, asistimos conmovidos al gesto de nuestro pastor, el Papa Benedicto XVI. Con plena conciencia y libertad, pone su vida y su destino en manos del Señor Jesucristo, gastándola al servicio de la Iglesia.
En este momento singular, queremos afirmar nuestra permanente unidad con el Sucesor de Pedro en el ejercicio de su ministerio, y también concretamente en esta decisión de su renuncia, que acogemos con obediencia filial.
Y deseamos expresar nuestro profundo agradecimiento a su persona, a Benedicto XVI, por las muchas riquezas que hemos recibido por su mano de nuestro Señor. Como Papa, ha cumplido su misión de mantenernos unidos en la fe y en la comunión en estos años no siempre fáciles, y ha sido para nosotros, con sus obras y sus palabras, presencia del Buen Pastor. El forma ya parte para siempre de nuestra historia, y damos gracias a Dios por él.
Pedimos al Padre que este sacrificio final suyo sea para él, para nuestro Papa Benedicto XVI, seguimiento y comunión con la entrega de Cristo en la cruz, y participe de su fecundidad, para la vida de la Iglesia y la salvación de los hombres.
Acompañemos todos a su persona con la oración en estos momentos, confiando a la vez a nuestro Señor la elección de su Sucesor en la sede de Pedro.
+ Alfonso Carrasco Rouco
Obispo de Lugo